.jpg)
Vender sin vender en LinkedIn
Hace tiempo que LinkedIn dejó de ser “un currículum largo con foto seria”.
Hoy es una red social donde la gente quiere conectar, aprender, inspirarse y sí: hacer negocios. Pero sin sentirse vendida.
Y acá va la pregunta que muchos se hacen:
¿Se puede vender en LinkedIn sin sonar a vendedor?
Spoiler: Sí. Y te voy a contar cómo hacerlo, sin empujar, sin molestar… y sin perderte a vos en el camino.
¿Puedes vender directamente en LinkedIn?
Claro que se puede. Pero ojo: vender directamente en LinkedIn es como invitar a alguien a salir en la primera frase.
Te puede decir que sí… pero lo más probable es que te claven el visto.
👉 ¿Por qué? Porque LinkedIn no es un marketplace. Es una red para conversar, generar confianza y mostrar valor antes de cerrar tratos.
Es como una primera cita con tu cliente ideal: no vas con una propuesta de matrimonio, vas a conocerte, a escuchar, a ver si hay match.
Entonces: sí se puede vender, pero no todo el mundo está listo para comprar. Y ahí es donde entra el arte de “vender sin vender”.
¿Qué tan efectivo es LinkedIn para las ventas?
Depende.
No te voy a mentir: si usás LinkedIn solo para publicar promociones, enlaces a tu web o mensajes fríos por inbox… es poco efectivo.
Pero si usás LinkedIn como una herramienta para crear comunidad, contar historias, resolver problemas y compartir valor real… es una joya.
Mirá este dato:
Según datos de HubSpot, LinkedIn tiene una tasa de conversión 3 veces mayor que Twitter y Facebook combinados en entornos B2B.
¿Por qué?
Porque la gente está ahí con un mindset distinto. En LinkedIn esperan aprender algo útil, descubrir profesionales interesantes y resolver problemas laborales.
Tu misión: ser parte de ese valor, no de la venta forzada.
¿Cómo vender un producto o servicio en LinkedIn (sin sonar como teletienda)?
1. Cuenta una historia, no un pitch
La venta directa huele a naftalina. En cambio, contar una experiencia personal o la de un cliente engancha. Ejemplo:
“Hace unos meses una marca me dijo que LinkedIn no era para ellos. Hoy tienen clientes gracias a un post con menos de 30 likes. ¿Qué hicimos distinto? Le pusimos cebolla.”
💡 Habla de casos reales, retos, errores que cometiste, cosas que aprendiste. La venta llega sola.
2. Muestra el resultado, no el menú
No digas: “Diseño estrategias de contenido multicanal y optimizo perfiles para la conversión”.
Mejor di:
“Uno de mis clientes pasó de no publicar nada a cerrar su primer cliente en LinkedIn en 3 semanas. Solo necesitaba un perfil claro, contenido útil… y algo de constancia.”
👉 Resultados, no tecnicismos. La gente no quiere el destornillador, quiere el cuadro colgado.
3. Humaniza lo que haces
Eres tú quien vende, no un folleto. Muestra tu forma de pensar. Una idea, una anécdota, algo que te haya hecho clic.
“Cuando empecé a usar LinkedIn, me daba corte hablar de lo que hacía. Pensaba que tenía que sonar ‘profesional’. Hasta que un día escribí un post con un vinilo de fondo… y ahí empezó todo.”
🎸 Autenticidad vende más que cualquier embudo.
4. Cierra con una invitación, no con presión
No pongas un “👉 Contáctame YA” al final de cada post. Mejor algo suave, tipo:
“Si estás en ese punto en el que sabes que necesitas mejorar tu LinkedIn, pero no sabes por dónde empezar… escríbeme y lo vemos sin compromiso. Igual te puedo echar un cable.”
Eso genera conversación, no rechazo.
5. El contenido vende por ti
Si publicas de forma constante sobre lo que sabes hacer (con buen rollo y enfoque útil), tu audiencia irá conectando contigo sin que tengas que empujar. Tu contenido es tu escaparate.
Publica como si ya fueras el referente que quieres ser.