La fórmula del post que engancha en LinkedIn
¿Existe la fórmula del post que engancha en Linkedin realmente? Como introvertido constante, amante de la música del siglo XX y coleccionista de vinilos, me tomo esto de las redes con calma, pero con disciplina. Llevo publicando de forma regular en LinkedIn durante meses (digamos X veces, sin necesidad de dar el número exacto: lo importante es la constancia) para ganar visibilidad, conectar con clientes potenciales, y reforzar mi marca personal: “ponle cebolla” a la estrategia de contenidos.
Hoy quiero compartir lo que creía que funcionaba, lo que realmente funcionó, y lo que sigo probando en LinkedIn. A modo de recorrido personal, sin postureo, con vinilo de fondo y chuletón de métricas.

La fórmula del post que engancha en LinkedIn: lo que he aprendido
1. Lo que creía que funcionaba (el post que engancha en LinkedIn)
Cuando empecé con más intención en LinkedIn, partía de ciertas creencias —algunas útiles, otras no tanto— acerca de lo que haría que un post “pegara”. Estas fueron mis hipótesis iniciales:
1.1. “Tengo que hablar de mí y de mi servicio, promocionar mi marca”
Sí: ofrecer mis servicios como freelance, mis formaciones, mi estrategia para marcas, contaba. Mi voz de redactor para LinkedIn entraba en modo “esto es lo que hago, contrátame”. Con ese enfoque pensé que bastaba.
Resultado: posts bien escritos, pero poco diálogo, pocos comentarios, poca conexión auténtica.
1.2. “Más publicaciones = más visibilidad”
Creía que cuanto más posteaba, mejor: publica muchas veces para que te vean. Y sí, la constancia importa, pero lo que no tenía tan en cuenta es qué publicaba, cómo lo contaba, y cuándo lo hacía.
La comunidad de creadores ya lo señala: la frecuencia tiene un impacto, pero sin valor, convierte en ruido.
1.3. “Si uso formato profesional, tono serio, sin bromas, mejor”
Mi parte “social media manager” quería transmitir autoridad, seriedad, experta. Así que pensaba que un tono súper formal era lo óptimo para mejorar en la fórmula del post que engancha en Linkedin.
El fallo: veía que los posts “daban igual”; la gente no reaccionaba tanto como cuando soltaba algo más informal o contaba una anécdota.
1.4. “Si subo métricas, cifras, lo voy a petar”
Pensé: “voy a compartir que he conseguido tantos contactos nuevos, tantos leads, etc.”. Sí, eso aporta credibilidad, pero no basta. Aprendí que sin historia detrás, esas cifras no enganchan.

2. Lo que realmente funcionó (el post que engancha en LinkedIn)
Después de una temporada publicando de forma sistemática, revisando analíticas, escuchando a la comunidad (y escuchando a mí mismo, lo cual es más difícil), descubrí algunas verdades que cambiaron mi enfoque. Aquí las comparto, con algo de métrica real (aunque adaptada para mantenerlo genérico).
2.1. Empezar con un buen gancho
En LinkedIn, los dos primeros renglones importan muchísimo porque lo que aparece “antes del ver más” decide si alguien hace clic o no. Lo aprendí de fuentes que explican que si no enganchas primero, la visibilidad se reduce.
Así que cambié para mejorar en la fórmula del post que engancha en Linkedin.: abría mis posts con una pregunta directa, una frase personal, una confesión de “esto me pasó a mí…” y luego desarrollaba.
Resultado: los posts comenzaron a recibir más comentarios, más reacciones.
2.2. Narrativa personal + valor concreto
Cuando pasé de “esto es lo que hago” a “esto me pasó + esto aprendí” la conversación cambió. Por ejemplo: “Hace tres meses publiqué un post desde la comodidad de mi sofá y obtuve 34 comentarios; esto es lo que hice, esto lo que aprendí, esto lo que cambiaré”.
Incluí cifras aproximadas de mis analíticas: por ejemplo, “imprimió 1.200 impresiones, 40 reacciones, 7 nuevos contactos que luego me escribieron”. No publico todo, pero doy datos que valen.
Esto conecta porque la gente ve humanidad + datos + utilidad.
2.3. Formato amigo de la lectura
Mejoré la estructura: párrafos cortos, viñetas, alguna metáfora —por ejemplo la tortilla con cebolla—. Hice que mis posts “respiren”.
También varié formatos: texto puro, texto + imagen, documento PDF (“carrusel”)… porque los estudios dicen que formatos como documento/pdfs o carruseles funcionan bien en LinkedIn.
El resultado: los que usaron formato “carrusel” obtuvieron tasas de participación más altas.
2.4. Preguntas + llamada a la acción que invite al diálogo
Al final del post, en lugar de “si quieres, contáctame”, cambié a “¿y tú, qué has probado al publicar en LinkedIn? ¿Qué te funciona?”. Eso generó más comentarios. Tu post se convierte en conversación.
Los comentarios importan porque, según los datos, los comentarios son de los factores que más impulsan visibilidad en LinkedIn. Así se trabaja en la fórmula del post que engancha en Linkedin.
2.5. Métricas y evolución: lo que estoy viendo
Para que veas dónde estábamos y hacia dónde vamos, algunos números (aproximados):
- Post tipo “promocional” (antes): ~800 impresiones, ~10 reacciones, ~1 comentario; nuevos contactos: 0-1.
- Post tipo “historia-personal + aprendizaje” (ahora): ~1500-2000 impresiones, ~30-60 reacciones, ~5-12 comentarios; nuevos contactos: 2-4.
- Engagement rate: si bien la media global en LinkedIn ronda el 2-6% por impresiones.
Por tanto, cuando empecé a alcanzar ~3-4% sí vi que LinkedIn “me empujaba” más.
2.6. Constancia + paciencia
Publicar “muchas veces” no lo es todo; publicar bien y con ritmo sí lo es. Mi rutina: 2-3 posts a la semana, revisión de analíticas, adaptar lo que aprendí. Y esperar.
El escenario es más maratón que sprint.
3. Lo que sigo probando (el post que engancha en LinkedIn)
Porque sí: incluso ahora que veo resultados, ¡no me relajo! Siempre hay cebolla extra que poner. Estas son las cosas que estoy testeando ahora:
3.1. Conversaciones en los comentarios
Ya no trato solo de que me comenten: trato de comentar yo en los comentarios, generar conversación. Antes publicaba y me iba. Ahora entro, respondo, etiqueto, vinculo. Porque los algoritmos valoran el “tiempo de conversación”.
Así que mi siguiente paso: “Responder al 100% de los comentarios que lleguen en las primeras 24 horas”.
3.2. Horarios y días de publicación
He leído que los martes, miércoles y jueves funcionan mejor.
También estoy probando que mis posts salgan a primera hora de la mañana (cuando conectan profesionales en Madrid) o justo antes de que acabe la jornada.
Voy guardando en mi hoja de seguimiento: qué día, a qué hora, qué formato, qué resultado.
3.3. Combinar formatos con “valor extra”
Estoy introduciendo más posts de formato “mini-video” o “documento/carrusel” para añadir dinamismo. Ya que los estudios muestran que formatos ricos tienen mejor desempeño.
Por ejemplo: un carrusel con “5 cosas que aprendí al publicar 50 posts en LinkedIn” + mis vinilos de fondo como foto-metáfora (porque soy coleccionista, por qué no). Que además añade mi sello personal.
3.4. Temas “con cebolla” – humanos, vulnerables, inesperados
Mi lema “ponle cebolla” me está guiando a hablar más de: mis fracasos, mis dudas, lo que aún no sé. Porque eso genera empatía: “Eh, este tío redactor que parece tranquilo también se equivoca”.
Ejemplo: “El post que había pensado que iba a petarlo… y me dio 17 impresiones”. Y qué hice. Eso engancha.
3.5. Medir, adaptar, repetir
Reviso una vez al mes mis estadísticas: ¿qué posts tuvieron más comentarios? ¿Qué temas? ¿Qué horas? ¿Qué formato? Uso esos aprendizajes para el siguiente mes.
Así cierro el círculo: estrategia → ejecución → análisis → mejora. Y vuelvo al inicio.

4. Mini-checklist para tu próximo post en LinkedIn (el post que engancha en LinkedIn)
Para que puedas “ponerte a ello” ya, te dejo este checklist rápido que uso yo:
- Gancho en primeras 1-2 líneas (pregunta, estadística, confesión)
- Historia personal o anécdota real (“esto me pasó”)
- Valor concreto (qué aprendí, qué te llevo contigo)
- Métrica o dato (aunque pequeña) para dar credibilidad
- Formato que invite a lectura fácil (subtítulos, listas-viñetas, párrafos cortos)
- Cierre con llamada a la acción de conversación: pregunta abierta, invitación al comentario
- Respondo a todos los comentarios en las primeras 24-48h
- Analizo al cabo de 2-3 días: impresiones, reacciones, comentarios, nuevos contactos.
5. Conclusión (el post que engancha en LinkedIn)
No existe una varita mágica que “garantice” que un post en LinkedIn va a viralizarse, pero sí hay ingredientes que aumentan significativamente tus probabilidades: autenticidad, constancia, valor, conversación y un toque de “cebolla”.
Si eres freelance, social media manager, redactor (como yo), o profesional que quiere que su marca personal brille, no te quedes solo en “hola, trabajo en X”. Cuenta historias. Usa tus datos. Sé tú. Sé constante. Sé humano.
Y recuerda: una buena tortilla de patata sin cebolla puede estar rica… pero con cebolla todo fluye más.
¿Existe la fórmula del post que engancha en LinkedIn?
Pues lo mismo para tus posts: ponle cebolla. 🧅